Empezando por lo acabado en el cielo de tus besos y terminando por desenvolver la trama de tus mentiras. Situada en ese limbo que aprieta, esa sensación de "¿a qué me aferro?" - al bien de tus caricias en mi cuerpo debilitando el porte de mis piernas, o al mal de necesitar el bien para poder despertar por las mañanas-. : No elegir, vivir lento para así poder pensar; lo que gano o lo que pierdo, es nada. ¿Lo que hago? Eso vale un mundo, tu sonrisa y mil detalles más; y qué hago si no es darme de bruces contra la indecisión.
Abrí la cajita azul, azul oscuro situada en el mesita de noche; una moneda antigua y unos pendientes de aquellos tiempos en los que el cielo azul y la playa en calma eran suficiente.
Donde me perdí. Dí, ¿que soy? ¿donde quedo el ser indefenso? ¿es mi estúpida arrogancia la que me condeno o la que me salvo la vida en este mundo que pisotea? Colgada de tus pestañas, de sus brazos y de aquella inocencia.
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| Ya no soy una chica de lagrima fácil. Pero.. la noche quema como el agua de aquella ducha que no compartí |

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