jueves, 17 de mayo de 2012

El punto de la diferencia.

No tenia unas bonitas piernas con las que poder huir cuando la situación así acaecía. No tenia un pelo lacio de esos que gusta acariciar. No tenia unas uñas bonitas, largas y de diseño. No tenia una dulce voz con la que deleitar los mas exigentes oídos. No tenia unos labios carnosos dignos de un beso de película, ni un cuello merecedor de una novela de Stoker. No tenia una inteligencia admirable. No tenia destreza para bailotear sobre un escenario, ni la suficiente paciencia para tocar un  instrumento.

Sin duda no era una chica diez, era justo lo contrario al éter.

Pero se sentó al otro lado y no me miro. Aquella chica al parecer tan imperfecta, ni siquiera dirigió una simple mirada a mis brillantes ojos verdes; eso la hizo tan perfecta... ...tan perfecta para mí.
En aquel café había muchas chicas, todas revoloteaban a mi alrededor.

La indiferencia marco la excepción, y fue aquella chica imperfecta quien me enamoro.
Ahora la busco siempre en aquella mesa, ya no recuerdo su rostro; pero sé que no sera ella, cada chica que mira mis ojos; no, ella no puede ser.

"Solo aquel al que pregunte por mis virtudes y conteste con mis defectos, sera digno de mi mirada"