Definitivamente no puede mas, va directa a tumbarse al sofá, el chico de tímida sonrisa la mira extrañado.
-¿Tanto te duele?
Tarda unos segundos en abrir y mostrar sus ojos color tormenta, lo mira con expresión seria- ¿Te preocupas por mi?
-Sí.
-La verdad ya no me duele, pero esos tacones me estaban matando.
Él echa a reír al ver la cara de sufrimiento de aquella chica, es todo.. como decirlo; "tan típico de ella". - Va, entonces es lo que pensaba, solo te quejas porque tienes ganas de un abrazo de consolación.
- ¡Já!
-¿Acaso es mentira?
-Por supuesto, ¡a mi no me gusta quejarme y mucho menos me gusta que te preocupes por mi!
-Valla.. - el chico de tímida sonrisa sabe que el el fondo aquella chica no es tan fuerte como quiere aparentar y saca su mejor cara de pena- .. quería abrazarte.
Pero al parecer volvió a subestimar a la chica, su intento fue fallido.
-Lo siento, tampoco me gustan los abrazos.
-Al igual que espero que no sea verdad que te gusta que te peguen, espero ciegamente que no sea verdad que no te gusten los abrazos.
-No me gusta que me abracen, no me gusta que me besen, no me gusta que me quieran..
-Que no te guste no significa que no vaya a hacerlo. - dice mientras se echa encima de la chica.
-¡ Imbécil! No me has dejado terminar la frase. - chilla mientras intenta escapar de sus brazos, segundo intento fallido de la tarde. - "No me gusta que me abracen, no me gusta que me besen, no me gusta que me quieran.. pero contigo haría una excepción"