jueves, 19 de julio de 2012

Limonada de sueños y desvelos.

Cada sueño que lanza al mar un corazón fuerte, una perdida entre uñas rotas y maquillaje corrido, unos ojos que susurran y una boca que seduce con su brillo; cuando las manos tapan la vista y contemplas el mundo entre los huecos de tus dedos.
Empezando por lo acabado en el cielo de tus besos y terminando por desenvolver la trama de tus mentiras. Situada en ese limbo que aprieta, esa sensación de "¿a qué me aferro?" - al bien de tus caricias en mi cuerpo debilitando el porte de mis piernas, o al mal de necesitar el bien para poder despertar por las mañanas-. : No elegirvivir lento para así poder pensar; lo que gano o lo que pierdo, es nada. ¿Lo que hago? Eso vale un mundo, tu sonrisa y mil detalles más; y qué hago si no es darme de bruces contra la indecisión.
Abrí la cajita azul, azul oscuro situada en el mesita de noche; una moneda antigua y unos pendientes de aquellos tiempos en los que el cielo azul y la playa en calma eran suficiente.
Donde me perdí. Dí, ¿que soy? ¿donde quedo el ser indefenso? ¿es mi estúpida arrogancia la que me condeno o la que me salvo la vida en este mundo que pisotea? Colgada de tus pestañas, de sus brazos y de aquella inocencia.
Ya no soy una chica de lagrima fácil. Pero..

 la noche quema como el agua de aquella ducha que no compartí