martes, 26 de junio de 2012

En un mundo de cobardes Valentía juega sola.

Cuando coge mi mano y tira de mi hacia él, solo consigue lo opuesto a sus intenciones; rehuyo. Suelto su mano y desvió la mirada, ahora fijada en lo alto de las copas de los arboles que nos rodean, imagino una vida mas sencilla.
Podría aferrarme sin pensarlo, a veces cuando él no esta a mi lado acariciando mi cuerpo, me planteo como sería dejarse llevar, como sería dejar de temer al futuro; pero los segundos son rápidos, y miles de flashes obstruyen  mi cabeza, miles de situaciones distintas.. pero todas coinciden en algo, él me eclipsaría.
La intensidad de su fuego haría ridículo mi brillo superficial, aquel de la cuenca de los ojos mas engañosos que he visto, los míos propios. La fuerza de su corazón, aplacaría de un solo palpito la fina pared de mis azuladas venas, volviendo así la tibia piel en oscuros moratones. Su sonrisa volvería miserable a mi congoja forma de fingir diversión.
Podría deleitarme con el sabor de otros besos, esos que sacian el apetito; esos que no te desbordan.
Pero son aquellos, que rechazas y anhelas, esos labios que sueñas con tener en noches de pasión o en noches de aburrimiento.. la verdad es que son unos labios ideales para cualquier noche, son sus labios.
Hoy solo sé, que huyo de quien puede atarme, de quien puede cortar mis alas, de aquel que puede determinar mi vida, de aquel que si dejo entrar sé que jamas volverá a salir. Mis emociones están canalizadas en una dirección, yo; yo, y mis ansias de libertad.

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