sábado, 24 de marzo de 2012

Prejuicio y juicio.

Empece a cambiar.
Seguí soñando.

Comencé a llorar.
Seguí sonriendo.

Sentí el dolor.
Seguí amando.

Pase de todo y de todos.
Seguí con mis quimeras.

Volví cuando las buenas duermen.
Seguí bebiendo para matar el aburrimiento.

                               Seguí amando mi bipolaridad
Le quite el polvo a mi guitarra.
Seguí aporreandola.

Corrí por las calles de la ciudad.
Seguí llevando tacones.

Me robaron de todo menos la mirada.
Seguí siendo confiada.

Buscaron en mi algo que no les podía dar.
Seguí siéndole infiel a la razón.

No me escucharon.
Seguí gritando a más no poder.

Echaron humo en mi virgen corazón.
Seguí sin caer en la tentación.

Dijeron que era buena.
Seguí sin creerlo.

Dijeron que era mala.
Seguí sin creerlo.

Alguno intentó encadenarme.
Seguí siendo volátil.

Aprendí lecciones de la vida.
Seguí cometiendo errores.

Me tacharon de incoherente.
Seguí escribiendo para dormir por las noches.

Un dios me hablo, me dijo que ya no me espera.
Seguí pensando en Lucifer.

Corte de todo.
Seguí mirando mi muñeca.

Caí a lo profundo.
Seguí escalando.

Todos se fueron.
Seguí en el mismo sillón.

Pasaron los segundos.
Seguí malgastando mis días.

Quise encontrarte.
Seguí encontrándome a mi misma.

Fui esclava de tu sonrisa.
Seguí soñando con ella.

Bese.
Seguí sin engancharme.

Tome de mi medicina, solo me supo a ti.

Conclusión: Sigo siendo demasiado joven para comprar mi propia botella de vodka.

miércoles, 21 de marzo de 2012

A la tercera va la vencida.

Definitivamente no puede mas, va directa a tumbarse al sofá, el chico de tímida  sonrisa la mira extrañado.

-¿Tanto te duele?


Tarda unos segundos en abrir y mostrar sus ojos color tormenta, lo mira con expresión seria- ¿Te preocupas por mi? 


-Sí.


-La verdad ya no me duele, pero esos tacones me estaban matando. 

Él echa a reír al ver la cara de sufrimiento de aquella chica, es todo.. como decirlo; "tan típico de ella". - Va, entonces es lo que pensaba, solo te quejas porque tienes ganas de un abrazo de consolación. 


- ¡Já!


-¿Acaso es mentira? 


-Por supuesto, ¡a mi no me gusta quejarme y mucho menos me gusta que te preocupes por mi!




-Valla.. - el chico de tímida sonrisa sabe que el el fondo aquella chica no es tan fuerte como quiere aparentar y saca su mejor cara de pena- .. quería abrazarte. 


Pero al parecer volvió a subestimar a la chica, su intento fue fallido.

-Lo siento, tampoco me gustan los abrazos. 


-Al igual que espero que no sea verdad que te gusta que te peguen, espero ciegamente que no sea verdad que no te gusten los abrazos. 


-No me gusta que me abracen, no me gusta que me besen, no me gusta que me quieran.. 


-Que no te guste no significa que no vaya a hacerlo. - dice mientras se echa encima de la chica.

-¡ Imbécil! No me has dejado terminar la frase. - chilla mientras intenta escapar de sus brazos, segundo intento fallido de la tarde. - "No me gusta que me abracen, no me gusta que me besen, no me gusta que me quieran.. pero contigo haría una excepción"



domingo, 18 de marzo de 2012

Bajo el canto de los pájaros.

Tengo una entrada guardada en borradores, que dice ni mas, ni menos que la verdad. Una verdad ya desvirtuada, una verdad perdida, lo poco que quedaba de ella no se puede recuperar, una verdad que grita a voces ser escuchada pero que se pierde en el eco de tu mente, una verdad que te muestra tal y como eres, tal y como soy; ni buenos, ni malos.
La razón de mi devoción hacia tu persona la verdad no la entiendo, carece de significado, dudo que tenga mucha profundidad y si la tuvo poco queda ya de ella. No necesito mucho mas de lo que ya tengo, seamos realistas, no te necesito; nunca creí verdaderamente en el amor, prefiero la amistad llevada al extremo con dosis momentáneas de lujuria y ternura.
No busco un amor, busco la felicidad, esa que a veces matas en segundos, aunque al igual que en segundos le provocas la muerte, en segundos renace mucho más fuerte. Busco lo contrario a Romeo, Julieta nunca me callo bien, he de decir que su historia esta sobrevalorada.
Si te paras a mirar hay historias mas trágicas a tu alrededor que son ignoradas por su falta de dramatismo. ¿O acaso hay algo mas triste que dos personas que se ignoran? La muerte solo es el camino fácil, o quizá sea yo, y mi estúpida cualidad de recordar siempre lo bueno de las personas.

lunes, 12 de marzo de 2012

"Yo nunca.."

Siguen sentados, él a la derecha de ella, no se miran, no necesitan hacerlo para entenderse, o al menos eso pensaba él, hasta que la chica rompe el silencio con una inocente pregunta:


-¿Tu me pegarías?- dice mientras se gira y lo mira a los ojos.


Él le aguanta la mirada y responde seriamente.- ¡Jamás! - No sabe a qué vino esa pregunta, nunca se imagino que justamente seria eso en lo que pensaba.


-¡Claro! Eso es lo que dicen todos.. "yo nunca te engañare, yo nunca te pegare, yo nunca te haré lllorar...".


-Escúchame una cosa, yo nunca te pondría la mano encima, ¡NUNCA!. - Con esa última palabra, pretende dar por sentada la conversación, el silencio se vuelve a apoderar de ellos, pero aquella chica le hace otra pregunta:


- ¿Y en el caso de que me ponga burra que me peguen, lo harías? - No puede evitarlo y echar a reír, pero la expresión de ella sigue seria. ¡Realmente lo ha dicho en serio! - ¿Vas a contestar mi pregunta?


- Tampoco te pegaría, lo siento.


-Entonces te quedarías sin follar y el poco dinero que tienes te lo gastarías en putas, piénsalo, ¿No me pegarías? 


-¡No! La verdad es que cada noche le pido a Dios, que lo de tu "masoquismo" sea mentira. - Ella al ver la cara de preocupación de aquel chico rompe a carcajadas, sinceramente, le gusta verlo sufrir, pero lo justo y poco más. 


Lentamente aproximan sus caras, justo después de besar sus labios dice - Me encanta dejarte con la duda.- Y se aleja como si nada, pensando seriamente, si su problema no sera el "sadomasoquismo", hacer sufrir a aquel pobre chico es un placer que le gusta saborear. 

domingo, 11 de marzo de 2012

Mi propósito es hacerte sonreír.




Él la mira a lo lejos, nota algo nuevo en ella; nuca creyó que fuera capaz, pero al parecer le ha vuelto ha sorprender una vez mas. Se acerca decidido y se sienta en el taburete vació que queda justo a su lado, tan cerca que puede rozar su mano sin que nadie se percate de que fue a propósito y le susurra:

-¡Esa mariposa me la has robado! y lo sabes. 


-¿Qué?- ella no entiende nada, pero le mira fijamente a los ojos. 


-Sí, es una de las que me haces sentir en el estomago.

Y así, con algo tan simple como decir lo adecuado en el momento oportuno, aunque no en el lugar correcto, el chico consigue su propósito, sacarle una sonrisa.



 He de confesar que, cada palabra tuya me inspira un sentimiento.